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De Marrakech al desierto de Zagora: una aventura de 2 días que te robará el alma

03 marzo 2025

El desierto tiene algo mágico, un encanto ancestral que atrae a los viajeros en busca de paisajes infinitos, cielos estrellados y la sensación de desconexión absoluta. Si sueñas con vivir esta experiencia pero no dispones de muchos días, el viaje desde Marrakech al desierto de Zagora es perfecto para ti. En solo dos días, recorrerás escenarios fascinantes, dormirás en una haima tradicional y sentirás la esencia bereber en cada rincón.

Día 1: De Marrakech a las dunas de Zagora

El viaje comienza temprano en la mañana, dejando atrás el bullicio de Marrakech para adentrarnos en las majestuosas montañas del Alto Atlas. A medida que ascendemos por el puerto de Tizi n’Tichka, las vistas se vuelven cada vez más espectaculares. La carretera serpentea entre picos y valles, ofreciendo un espectáculo de colores que varía con la luz del sol.

Nuestra primera parada es Ait Ben Haddou, una de las kasbahs más impresionantes y mejor conservadas de Marruecos. Este pueblo de adobe, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ha servido de escenario para películas icónicas como Gladiator y Juego de Tronos. Pasear por sus callejuelas es como viajar en el tiempo, imaginando la vida de los caravaneros que cruzaban el desierto siglos atrás.

Tras el almuerzo, continuamos hacia Ouarzazate, la puerta del desierto. Aquí podemos visitar los estudios de cine o la imponente Kasbah Taourirt antes de seguir nuestro camino a través del valle del Draa. Este oasis interminable, salpicado de palmeras y pequeños pueblos bereberes, nos anuncia que estamos cada vez más cerca de nuestro destino.

Al atardecer, llegamos a Zagora, donde nos esperan los dromedarios para llevarnos a nuestro campamento en el desierto. Mientras cabalgamos por la arena dorada, el sol tiñe el horizonte de tonos rojizos y dorados. La noche en el desierto es un regalo para los sentidos: una cena tradicional bajo las estrellas, música bereber alrededor de la hoguera y un cielo tan inmenso que parece que se puede tocar con las manos.

Día 2: Amanecer en el desierto y regreso a Marrakech

Despertar en el desierto es una experiencia indescriptible. El silencio, la brisa fresca y el espectáculo del sol emergiendo entre las dunas crean una sensación de paz absoluta. Tras el desayuno, emprendemos el regreso en dromedario hasta nuestro vehículo para comenzar el camino de vuelta a Marrakech.

El trayecto nos permite redescubrir los paisajes con una luz diferente, haciendo algunas paradas para descansar y capturar los últimos recuerdos de esta increíble aventura. Llegamos a Marrakech por la tarde, con el corazón lleno de emociones y la certeza de haber vivido algo único.

¿Por qué elegir el desierto de Zagora?

Si bien las dunas de Merzouga son más altas y extensas, el desierto de Zagora tiene la ventaja de estar mucho más cerca de Marrakech, permitiendo disfrutar de una experiencia inolvidable en solo dos días. Es la opción ideal para quienes disponen de poco tiempo pero no quieren renunciar a la magia del Sahara.

Este viaje es mucho más que un simple recorrido: es una inmersión en la cultura bereber, un encuentro con la naturaleza en su estado más puro y una oportunidad para desconectar del mundo y reencontrarse con uno mismo. ¿Estás listo para vivirlo?


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